La fotografía forma parte de nuestra vida. Captura momentos únicos y llenos de magia. Captura instantes de nuestra vida que recordaremos claramente con una sonrisa, cada vez que veamos esa fotografía. Plasma atardeceres, amaneceres o mareas de una belleza extraordinaria.
Un fotógrafo es como un mago que, con un juego de lentes, nos trae al presente momentos pasados llenos de felicidad. Y hoy tengo el gusto de entrevistar a una de las mejores fotógrafas de Alcalá de Guadaíra.
Si hay algo que caracteriza a Raquel es su alegría. Durante la entrevista no perdió la sonrisa ni un momento. Esta chica alcalareña tiene un don maravilloso: hacer que la gente se sienta a gusto cuando está con ella. Esto lo transmite en todos los ámbitos de su vida y, principalmente, en su trabajo.
Celia – Cuéntame algo de ti.
Raquel – Pues bueno yo nací aquí, en Alcalá de Guadaíra. Mi padre es de Cádiz, de un pueblecito de Cádiz en la sierra. De ahí que me guste tanto la naturaleza, la sierra y el contacto con ella. Y luego estudié aquí en Alcalá, en un principio en el instituto y luego me trasladé a Tomares. Cuando decidí que quería dedicarme a la fotografía, me fui a Tomares a estudiar un ciclo de imagen. Y nada, estoy casada tengo un niño (ríe) y la vida de madre…
C- ¿Cómo empezaste en el mundo de la fotografía?
R- Pues, bueno a mi siempre me ha encantado la fotografía. Mi padre siempre llevaba la cámara a cuestas. A todos los viajes, él iba con una Minolta con objetivos intercambiables, siempre iba con la cámara. Yo un día se la trasteé y me cargué el obturador de la cámara de fotos. Bueno, siempre me había gustado. Pero nunca pensé en dedicarme a la fotografía. Yo lo que quería hacer era periodismo. Lo que pase es que como en el instituto no tuve nota suficiente pues decidí hacer un ciclo de grado superior, como acceso a la carrera de periodismo. Pero al final…, surgió esto.
C- ¿Que ciclo hiciste? ¿Te hubiese dado acceso a periodismo?
R- Claro. Después del ciclo de grado superior de imagen. Fue el primero que se impartió en toda Andalucía, porque ya sí existe en varias partes, incluso aquí en Alcalá de Guadaíra. Pero cuando yo lo realicé, era el primero que se impartía en Andalucía y fue el primer año… En realidad pagamos la novatada de empezar con algo. Allí estaba realización, producción e imagen, que era el ciclo que yo hice. Una vez que salí de ahí seguí realizando cursos, pero fue algo de golpe. Al terminar de estudiar, me propuso mi hermano abrir un estudio de fotos junto con su cuñado, a quien le encantaba la fotografía también. Y fue terminar de estudiar y , del tirón meterme en este mundo.
C- ¿Es así como abriste este centro o este fue posterior?
R- Este fue posterior. Yo comencé en la barriada de Pablo VI. Allí estuve durante los tres primeros años. Estuve nueve años en total allí arriba. Los tres primeros años estuve con este compañero y su mujer, y trabajábamos conjunto en las bodas: él se iba a una boda, yo me iba a otra. Pero con el tiempo nos separamos. Allí continué seis años más sola, y ya luego me mudé aquí, a este sitio en la calle Saturno. Total, que son quince años, nueve allí arriba y seis aquí abajo (ríe). Nada más y nada menos.
C- Bueno ¿qué es lo que más te gusta de la fotografía?
R- Me encanta la satisfacción de la gente. Una vez que tú haces el trabajo bien realizado, la gente se va de aquí y empieza a hablar de ti bien: «Porque esta chica me ha tratado muy bien. Me ha hecho sacar una sonrisa. Me he sentido muy relajada con ella». Porque eso es muy importante: yo a través de la cámara siempre estoy sonriendo. Osea, yo tengo el objetivo aquí delante y estoy sonriendo, entonces le transmito a la gente algo que creo que no es fácil. Puedes hacer muy buenas fotos, pero si tu no consigues llegar más allá con la gente, es para nada.
C- ¿Cómo te sientes haciendo fotos?
R- A mi me encanta. Sobre todo a los peques. Me dan mucho trabajo pero me encanta hacer fotos a los bebés. Es una de las cosas que más me gusta. Y hombre, hay veces que se pasan ciertos sofocones ¿no? Porque no todo el mundo es igual, ni a todo el mundo le gusta, ni todo el mundo te respeta. Entonces, hay veces que es un poquito complicado, pero a mi me encanta mi trabajo.
C- ¿Has pensado alguna vez dejarlo?
R- Sí, tuve un momento que pensé en dejarlo. Tuve una etapa un poquito difícil, sentimentalmente no me encontraba bien conmigo misma. Y entonces me vine abajo, pensaba que mi trabajo no valía nada, que no merecía la pena. Entonces ya empezaron a llamarme clientes míos diciendo: «Pero, ¿qué estás diciendo?, ¿tú como vas a dejar esto?». Y otra vez me vine arriba, pero estuve a punto de dejarlo todo, e incluso estuve echando currículos por Internet y me llamaron de varios sitios para trabajar de fotógrafa, pero en otro sitio. Al final remonté un poco la mente, desconecté durante unos días, volví a remontar la mente y… es que es complicado, son muchos años, son quince años, lidiando con todo tipo de gente, con mucha competencia. Muchas veces te das cuenta de que tú eres sola la que tiene que llevar esto hacia delante. También mi marido había tenido momentos complicados en los que había estado parado, yo era la que me tenía que ocupar de todo. Entonces ha habido momentos difíciles… pero aquí estoy sobreviviendo. Si trabajas en otro sitio no es lo mismo. Esto es lo que yo quería, lo que he estudiado y me dedico a lo que me gusta, a lo que me llena realmente. Muchas veces yo estoy echando fotos. Aunque no me lleve la cámara, yo estoy en cualquier sitio, y estoy visualizando y echando fotos. Osea, veo los encuadres, veo los planos, que ya te digo, ahora mismo, la etapa en la que estamos, cualquiera es fotógrafo, entre comillas. Pero hay que llegar más allá, tanto con las personas, como con el ojo, hay que llegar más allá. Tú desde el mismo sitio que yo ,puedes hacer un plano totalmente diferente al mío.
C- A la gente que le gustaría dedicarse a cumplir su sueño, qué consejo de darías.
R- Yo que luchen, que luchen por lo que quieren y por lo que realmente quieren y que lo intenten. Que lo intenten a diestro y siniestro, que van a tener muchas piedras en su camino, muchas dificultades, pero que luchen por conseguirlo, porque es la manera en la que pueden llegar a ser más felices. Porque de qué sirve vivir toda una vida y nunca hacer nada con lo que realmente te sientas pleno. Por lo menos intentarlo que es lo que estamos haciendo cada día nosotros.
C- Háblanos un poquito de tu estudio y cómo trabajas.
R- Yo con los peques siempre tengo mucha mano. Tengo una cosita muy linda que son los «seguimientos de bebés» que los realizo a través de un año, los hago mensuales, o los hago trimestrales y se ve el progreso del bebé a lo largo del año. Y la verdad es que en eso si que estoy bastante especializada. Además tengo muchos clientes que vienen a buscarme por eso. Luego también tenemos la promoción de verano de 3 + 1, que cada tres fotografías regalamos otra, de estudio, el 20% en fotografías laminadas, luego también se realizan prebodas, bodas, posbodas, todo lo que se dedique al tema.
C- Te gusta más el exterior o el estudio para hacer fotografías.
R- ¡Qué pregunta!… depende (ríe). Es más cómo el estudio, tienes luces que puedes controlar y manejar fácilmente. Vale, estás en tu territorio digamos. Luego cuando estás en unos exteriores tienes que ir buscando los puntos de luz más buenos, los contra, los perfiles mejores, es depende. Pero bueno, muchas veces cuando estoy harta de hacer fotos de estudio, me gusta salir a exteriores, tanto la playa como la sierra… donde me pidan los clientes, allí voy yo.
El estudio de Raquel está en c/. Saturno nº 5. Puedes ver sus trabajos en su página Web pinchando aquí.
Teléfono: 955611258 – e-mail: raquelsalguerofotografa@gmail.com
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